Juan Luís lleva al público al paroxismo. Todo tiene su hora es un carnaval de emociones.
Abarrotado como hace décadas no se veía, Altos de Chavón recibió con emoción y algarabia al grande Juan Luis Guerra, 15 años después.
Vestido de etiqueta tropical y recibido por unos 15 músicos vestidos como caribeños de gala para el calor, entró cantando “Cookies and Cream” de su nuevo disco “Todo tiene su Hora”, con la que establecieron un inmejorable sonido, el acierto de la luminotecia y los recursos visuales de “Todo tiene su hora tour”, que oficialmente inicia el 17 de julio en Madrid.
Luego de saludar: “Me alegra iniciar aquí esta nueva gira… gracias por el apoyo”, Juan Luis pidió a los hombres con más de 30 años de casados que levantaran sus manos… y les dijo que “El que ama a su esposa se ama así mismo…” para cantar entonces “Mi Bendición”.
Las canciones de Juan Luís Guerra se sucedían con contadas intervenciones, pero con muchos cambios rítmicos que no permitían que la gente se quedara mucho tiempo en ninguno.
Aunque lo habíamos oído cantar salsa y son, anoche Juan Luis demostró su gran flexibilidad vocal al cantar tres salsas entre ellas “Mil Razones”, “Carta de amor”.
Entre un público que no podía dejar de moverse, de cantar y de maravillarse con cada canción, llegaron el romántico “Como yo”, en tiempo de merengue, al final del cual apareció en pantalla una alusión al Salmo 103 (El capitán), con tan buen acompañamiento que el públicó olvidó la alegoría cristiana para haciendo coreografía acompañarlo en el coro de “Mi capitán”: “Jesus está en el monte…”
Este fue un momento estelar, pues Juan Luís llamó a El Boba y otros músicos para que hicieran la coreografía de el paso del capitán. Muy hilarante y divertido.
Luego la noche se puso romántica otra vez con el merengue de guitarra y sin tambora “Si tu no bailas conmigo…”, continuando con el son “Para que sepas”, contenido en su más reciente álbum, considerado por especialistas del género como Huchi Lora como uno de los mejores sones de todos los tiempos.
Hay que destacar el apoyo visual de todas las canciones, en esta última concentrado en un cielo estrellado, sobre un mar en el que se reflejan una inmensa luna llena y las estrellas formando un impactante rielar.
Las bicicletas en pantalla anunciaron antes que él este “merengue bien viejo de los 90″, uno de los que mejor reflejan la poesía social de Guerra: “El costo de la vida”.
Un cambio de tiempo musical, de época y de contenido -pasamos de lo sovial a lo cristiano, sin que nos sorprendamos- y canta “Para ti no hay nada imposible”, para continuar con “Tus besos”.
“Este es el merengue que tiene el título del tour se llama Todo tiene su hora… dice Juan Luis y ya nadie está en filosofía “que todo tiene su hora debajo del sol naciente…”
Una forma muy especial de presentar su banda en la que solo o acompañados, cada músico tenía la oportunidad de hacer solos, empezando por la güira -que lleno de asombro a los presentes. Para seguir con la maestría en ejecución de la tambora en manos de Chocolate. Así continuó la animación musical en las que resaltaban los ritmos folclóricos dominicanos, hasta que volvió él cantando “Visa para un sueño”.
Juan Luís dedicó la canción que está en su último disco a su hija Paulina: “Mi muchachita” en el que canta: “Yo bailo mi bachata con mi muchachita buena…”.
Del 1996 trajo “El niágara en bicicleta”, una de sus canciones insignia de la canción social dominicana.
Un momento memorable fue logrado con la canción “De Moca a París”, en el que entró a una cabina telefónica desde la que llamó supuestamente a Johnny Ventura con el que hizo un dúo virtual que transcurrió con efectivo sincronismo y que movió el ánimo y los cuerpos de los presentes.
Lo que sí quedó asegurado anoche es el exitazo mundial que será “Todo tiene su hora tour”, donde se confirma en letras, música y puesta escénica que Juan Luís Guerra, el grande de siempre, sigue creciendo…
Por: Marivell Contreras / enterato.com / 28 jun 15