La Romana.-Convertido en uno de los artistas latinos más reconocidos internacionalmente en las últimas décadas, por su estilo único de fusionar y mezclar los más conocidos ritmos, Juan Luis Guerra volvió a pisar el sábado nuevamente el escenario de Altos de Chavón en La Romana, al que no llegaba desde hace 15 años.
Abarrotó el anfiteatro de piedras de esquina a esquina, con un público de diferentes edades y que desde su salida a las 9:00 de la noche no paró de moverse y cantar cada uno de los éxitos del artista que lleva más de 30 años de carrera musical, que ha editado 12 álbumes de estudio y ha sido galardonado con cientos de premios en la industria del entretenimiento.
Aplausos para sus éxitos.
Juan Luis cantó junto a su grupo 440 integrado por 13 músico y dos coristas, como siempre ellos volvieron a convertirse en sus cómplices en el escenario.
Sus temas emblemáticos fueron los que más aplausos le dieron en este concierto, donde prácticamente da inicio a su nuevo tour “Todo tiene su hora”, que en julio se moverá a Bélgica al Festival Afro Latino.
Vestido con su tradicional atuendo (boina, camisa blanca y chaleco), Juan Luis salió alegre a escena y al término de cantar su primera canción agradeció a los asistentes por estar en el concierto, que fue a beneficio de su Fundación 440, prometiendo que el dinero de las entradas iría “íntegramente” a los niños y ancianos necesitados que ayuda a través de la misma.
Quedó evidenciada una buena iluminación, impecable sonido y el buen acoplamiento de sus músicos.
El premiado músico, que inició su carrera musical en 1985 con “Mudanza y acarreo”, interpretó a “Ojalá que llueva café”, “La llave de mi corazón”, “La bilirrubina”, “Frío, frío”, “Todo tiene su hora”, “Buscando visa para un sueño”, “A pedir su mano”, “Burbujas de amor”, “Muchachita linda” y “Tus besos”, cada uno puso de pies a Chavón, que tenía allí bailando desde el embajador de Estados Unidos, James (Wally) Brewster, hasta a la vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño de Fernández
Más comunicativo.
La timidez que mostraba Juan Luis en sus inicios cuando subía a un escenario parece haberse marchado, ahora es muy comunicativo con el público, con el que conversó en muchas oportunidades durante su concierto, “cuántos matrimonios hay aquí con más de 30 años casados, párense que este tema va para ustedes los hombres: vamos a cuidarla como a nuestra propia vida”, dijo, y entonces interpretó el tema “Mi bendición”, escrito para su esposa Nora.
“Mi muchachita linda”, llegó con especial dedicatoria para su hija Paulina. Johnny Ventura lo acompañó en un tema a través del vídeo.
El merenguero no estuvo presente.
El momento más gracioso del concierto se lo llevó “El capitán”, un merengue nuevo que Juan Luis interpretó magistralmente y que hasta sus músicos ya tienen una coreografía montada para el mismo. “Ahora van a ver el pasito del capitán”.
Es innegable la perfecta armonía que existe entre Juan Luis y su público, el se adueña de la escena mientras canta cualquier tema y ellos corean y bailan con una emoción que por momento contagia hasta al que solo fue a trabajar. La espiritualidad del consagrado artista se siente en el escenario, mensajes bíblicos aparecen en sus temas y algunas baladas que hizo a guitarra llegaron con la armonía de una alabanza a Jesús.
Casi dos horas en escena no fueron suficientes para que el público de Juan Luis Guerra bailara y al término se quedará pidiendo más.
Cristina Liriano / eldia.com.do / 29 jun 15