Juan Luis Guerra no decepcionó anoche a las 18.000 personas (entre las 15.000 entradas vendidas y los 3.000 pases VIP) que acudieron a su concierto en la capital tinerfeña, aunque cerca de otro millar de seguidores del artista dominicano disfrutaron del ritmo de sus canciones desde los exteriores del aparcamiento del Parque Marítimo al no haber podido conseguir una entrada por haberse agotado desde hace días. Estas cifras, según la organización, han batido el récord de su gira Todo tiene su hora Tour.
El cantante, que salió al escenario a las 21:16 horas, apareció como un cañón desde el interior de una antigua cabina de teléfono, mientras que sus chicos de 440, se habían posicionado en el escenario apenas unos minutos antes. Esa espera hizo que el público se impacientara y empezara a corear uno de los temas más conocidos de Guerra: Ojalá que llueva café en el campo. Y Juan Luis no les defraudó. La primera canción que interpretó fue uno de sus últimos éxitos Cookies & Cream, para luego cantar Como tú no hay ninguna y en tercer lugar Ojalá que llueva café en el campo. Con esa fuerza sobre el escenario y con tan solo estos tres temas dejó rendido a su público que había llegado a Santa Cruz desde todos los rincones de la Isla, incluso desde otras Islas tan alejadas como Cuba, como les ocurrió a Rosaira y Leonor Pérez, dos hermanas que habían llegado a Tenerife para ver a parte de su familia y que las sorprendieron regalándoles dos entradas VIP y “esta oportunidad no se puede desaprovechar”, comentaron las dos mujeres que estaban en la primera fila, justo delante del escenario. “Imagínese lo que supone estar aquí delante, tan cerquita de Juan Luis. Ha sido toda una sorpresa de nuestra familia porque vinimos de vacaciones por tres meses y nos han regalado este tremendo concierto”, dijeron las dos mujeres minutos antes de comenzar la actuación.
Mucha gente había seguido, por Facebook y otras redes sociales, el tremendo éxito que tuvo el concierto que ofreció Guerra en Las Palmas de Gran Canaria, con 12.000 espectadores el pasado jueves, y ayer señalaban que esperaban lo mejor del cantante.
Algunas jóvenes confesaron ser fans de Juan Luis Guerra “desde que estábamos en la cuna”, refirieron argumentando que el dominicano es también un ídolo para sus padres a los que oían cantar sus canciones.
El poder de Juan Luis Guerra para traspasar las fronteras generacionales quedó demostrado ayer nuevamente. Muchos de sus seguidores peinan canas desde hace tiempo y muchos de ellos acudieron al concierto acompañados también por sus hijos adolescentes.
Las puertas del recinto se abrieron a las 18:30 horas y pronto el público comenzó a llenar las primeras filas junto a la torres de luces y sonido. Muchas de las personas que estaban en esa primera fila, detrás de una valla que separaba la zona de público general de quienes estaban en la zona VIP, reconocieron que habían llegado a las puertas poco antes de las cuatro de la tarde.
Míriam, Patricia y Rita, de 24, 27 y 28 años, respectivamente, estaban muy ilusionadas con el concierto del que dijeron que seguro que iba a “ser todo un éxito”. “Lo vamos a pasar muy bien de este directo, porque en casa oyendo sus discos ya disfrutamos muchísimo”, destacaron a la vez que señalaron que en esta ocasión “ha sido una gran idea hacerlo en Santa Cruz porque las dos veces anteriores que vino a la Isla actuó en el sur, y nos quedaba muy lejos para volver a casa”. Las tres jóvenes aseguraron que habían visto parte del concierto que dio en Las Palmas de Gran Canaria por Facebook y dijeron que “fue increíble; lo vimos con mucha envidia de no poder acudir allí también”, concluyeron.
“Estamos ansiosos de que empiece ya el concierto de este gran artista. Para mi, Juan Luis Guerra es un gran predicador, sobre todas las cosas. Vengo desde la Isla Baja para venir a ver a este fenómeno de la música, de la bachata y del merengue”, afirmó Magaly.
“No tuvimos la oportunidad de acudir a los dos anteriores conciertos que dio en Tenerife y ya no nos podíamos perdernos éste, de ninguna manera”, subrayó.
“Desde las dos de la tarde estamos esperando por fuera del recinto, no queríamos perder la oportunidad de situarnos lo más cerca posible del escenario”, comentaron Francisco y Enrique, que revelaron ser entusiastas del merengue e integrantes de La Guaracha, una orquesta de Garachico.
“Soy fan desde muy joven de Juan Luis Guerra, porque ya tengo mi edad, aunque no me cortaré en menear mi cadera toda la noche”, confiesa una seguidora del artista que dijo venir desde La Orotava.
Judith y Gerardo llegaron al concierto desde Guía de Isora y señalaron que ya habían estado en los otros dos anteriores que ofreció el artista en Adeje, sin embargo el recinto esta vez es “magnífico” por su amplitud y por el aire fresco que sopla desde el mar.
El equipo técnico montó un escenario de 275 metros cuadrados y tenía 200.000 watios de sonido, una auténtica bomba que disfrutaron más de 18.000 espectadores, porque además, los responsables de la gira reforzaron los sistemas de sonido para que ni una sola persona, por muy lejos que estuviera del escenario, se quedara sin disfrutar de las canciones del Rey de la bachata.
Además, se colocaron tres pantallas gigantes, una de ellas colocada en la parte trasera del recinto, junto a una torre de sonido. Son pantallas de gran resolución y la trasera, por ejemplo, tenía unos 12 metros cuadrados de superficie y la nitidez de cualquier pantalla de televisión plana de la máxima calidad.
Tras su escala anoche en la capital tinerfeña, hoy le toca el turno a la Isla Bonita. Es en el recinto portuario de su capital, Santa Cruz de La Palma. En sus tres décadas sobre los escenarios, el artista dominicano ha vendido más de dos millones de discos en todo el mundo y ha recibido importantes premios, como 18 Grammy latinos, dos Billboard de la música latina y dos Grammy estadounidenses. El éxito de su regreso a las Islas, donde ha sido uno de los artistas más admirados del panorama internacional, confirma que sus canciones siguen estando de moda en el Archipiélago.
Créditos: laopinion.es / Miguel Angel Autero / Fotos: José L. González